jueves, 6 de agosto de 2009

Como bestias




Mi niña te despejo impaciente de tus finos atavíos
que en jirones desfallecen malheridos,
liberando tu piel de tal suplicio
que plena se entrega a mi desquicio,
al violento deseo de mis sentidos
que devoran tu silueta enardecidos.

Nuestras bocas mi reina se muerden como bestias,
explorando con sus lengua insatisfechas,
atrapada entre mi cuerpo y lo frío de un azulejo
que imprime en distorsión tu lánguido reflejo.

Tu cabello dominado como rienda entre mis manos
obedece como esclavo a los caprichos de su amo,
a la completa voluntad de inquisidores arrebatos
que torturan a placer el pudor en tu mirada,
el sueño de temor en tu faz ruborizada
recorriendo mi cuerpo en imprecisos garabatos.

Penetro cariño tu plegaria con mi falo erecto
sofocando el grito sin eco de tu aliento,
soportando de tus zarpas el flagelo de mi espalda
provocado por orgasmos derramados en tu falda.

Y luego en pleno éxtasis, entrelazados,
respirando uno del otro los jadeos,
retornamos lentamente a la calma silenciosa,
al intercambio de miradas sigilosas,
palpando el temblor de tus preciosos pechos
con sus pezones abatidos y maltrechos.

Y nos quedamos simplemente ahí…
En silencio al final del frenesí…
Yo acariciando lo frágil de tu cuerpo,
Y tu… Intentando descifrar mis pensamientos....

Serás capaz de descifrarlos mi niña ?...